domingo, 21 de octubre de 2012

MOVILIDAD E INMOVILIDAD


POR. GEMA
Germán Emilio morales albor
Como los tiempos cambian, cambian las costumbres y algunas normas aplicables que de cierta manera  podrían constituirse en herramientas  pedagógicas  para un mejor ejercicio en lo que a movilidad se refiere. Incluso para prevenir tantos  accidentes de tránsito  que a diario ocurren en  nuestra querida Arenosa.  Al oído del Señor Alcalde Mayor del Distrito. Señores Alcaldes Menores,  “si es que existen en esta latitud del planeta”. Señor Comandante de la Policía Metropolitana, Señor Secretario de Movilidad,  y al Señor Comandante de la Policía de Tránsito, movilidad o de Carreteras.

Si alguien por casualidad alguna vez  los ve  juntos al frente de un operativo,  por favor de Parte de toda
La ciudadanía Barranquillera le comentan:
”La fiebre no  está  en la sábana,”  No debemos esperar que los ciudadanos ingieran licor, para entonces en cacería de brujas, con un bloque de búsqueda interceptarlos  y aplicarles el peso de la ley con todo rigor.

No sería más elegante, preciso, coherente y  pertinente socializar el problema con campañas  tendientes a  crear una cultura de respeto y responsabilidad en el común denominador de la ciudadanía. Y  con ello contrarrestamos esa avalancha de infracciones y prevenimos  muchos accidentes que algunas veces cobran vidas  humanas.

Para  nadie es un secreto que en algunas servitecas,  lavaderos y en una que otra  estación de gasolina venden cervecitas y las autoridades del   ramo no se pronuncian con normas prohibitivas, a manera de  prevención.

Viernes, sábados,  domingos y lunes festivos los estaderos y centros de diversión  son frecuentados por personas que  manejan  vehículos automotores y motociclista que incluso
Obstaculizan el tráfico vehicular tomándose  las calzadas de las vías en algunos casos.

¿Por qué razón. No se toman  medidas que impidan el ingreso de los conductores a esos lugares
O al menos  que no se les permita salir en estado de embriaguez a conducir, para evitar complicaciones.  Por que esperamos que se derrame el agua, para llorar sobre lo mojado?

O, será que el único interés  es recaudar dinero a través de las multas, sin importarnos la situación de riesgo a que esto nos conlleva. Sin importarnos cuantos lesiones y muertes. Pudièsemos  evitar, para que nuestros conciudadanos digan. DIOS les pague, Señores.

Y que decir del caos en las vías de la ciudad, todavía no nos acostumbramos a obedecer  y respetar las señales de tránsito y sopesar  cuan peligroso suele ser  para nuestra integridad física.

Desde esta tribuna recomendamos más eficacia de parte de los uniformados policiales encargados de la regulación y control del flujo vehicular, tal vez en disposición de informar y prevenir y no esperar  que el conductor infrinja la norma para ponerle el comparendo.
Donde quedó aquello que toda norma tiene dos etapas. Primero la  preventiva. Y después la nos imaginamos.

El hecho que a cada representante del orden se le obligue como tarea diaria  un número determinado de comparendos, infunde en la mentalidad del servidor una actitud poco amistosa  y colaboradora y así  difícil sería, esperar de ellos, la más mínima expresión o manifestación de tantos preceptos enmarcados en labor pedagógica que nuestros representantes del orden deben cumplir. Por mandato constitucional.

Ya se nos olvidó el  nombre de un funcionario de cierta entidad del tránsito distrital, que entregó malas cuentas de los dineros recaudados por el pago de  comparendos,  tampoco recordamos la suma embolatada, mucho menos el paradero de este ejemplar ciudadano.  ¡Sabrá DIOS!   En qué VILLA reside.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario