VUELVE Y JUEGA.
Si el final de 2010 no pasará a la historia como el más y mejor recordado en los últimos cincuenta años por los habitantes de las poblaciones del sur del departamento del Atlántico, lo que nos presenta el 2011 tampoco es muy esperanzador. Aún no comienza en firme la temporada invernal y ya se presentan pequeñas inundaciones, que arrasan con los cultivos veraneros o veraniegos, como suele decirse por normas de filología o prácticos tecnicismos. La peor parte de este fenómeno natural cabalga sobre el hombro del campesino, que a estas alturas no tiene como ni donde llenar sus canastos de los productos de pan coger. Sin embargo para ser concretos y precisos en nuestras apreciaciones cabe resaltar. La contundente y permanente presencia de la administración departamental representada por el señor gobernador Doctor: Eduardo Verano de la Rosa, liderando un proceso acorde a las circunstancias y necesidades para cada caso. Tenemos que reconocer la magnitud de la tragedia y sus funestas consecuencias. Pero la homogénea solidaridad del pueblo en general y la buena gestión de nuestros gobernantes siempre a la altura y nivel que este serio compromiso requiere. Albergues, brigadas de salud, deportes, recreación, kits escolares, agua potable, mercados, reubicación temporal, asistencia psicológica, regalos para los niños en navidad, reparación parcial o total de las viviendas y el año lectivo de los educandos se reorganizó de tal manera que los estudiantes tuvieron continuidad en el proceso educativo, entre otros. A los incrédulos de turno, que siempre y, a menudo se encargan de difamar o disociar de los mandatarios, sería pertinente recordarles que en estos indeseables y aciagos episodios, también la naturaleza o algo del más allá contribuyen con su aporte. Podría pensarse que lo ocurrido es una reprensión de la naturaleza por tantos y tantos pecados que a diario cometemos sin revisar nuestras conciencias. Calumnias, despilfarro, peculados, adulterios, constreñimiento, abuso de poder, compra de votos, burocracia, y otros más. Nos hemos trazado estrategias serias y contundentes para contrarrestar los desastres causados por la macro tragedia que nos visitó y nos sigue amenazando. De pronto aportando ideas y conocimientos de una manera desinteresada en aras de mejorar las condiciones de vida de nuestros compatriotas. Algunos simpatizantes de grupos o movimientos politiqueros que todavía no se resignan a aceptar con decoro y dignidad la derrota, siguen sangrando por la herida y el último AS que les quedó debajo de la manga, es atacar, difamar y disociar de manera mediática y soterrada tratando así imponer un sofisma de distracción para que el pueblo olvide todo lo bueno que se ha hecho.
El pueblo tiene capacidad reflexiva para discernir sobre lo bueno, lo regular, lo malo y lo pésimo que ha vivido la historia política de nuestra Región Caribe. Entonces señores a trabajar por el bien común. No más insidias, calumnias ni campañas destructivas. Dejémosle a DIOS lo que es de DIOS. Al invierno, lo que es del invierno y al verano lo que es del verano. Porque VERANO está en el lugar que le corresponde y haciendo las cosas bien. Si todos dentro de nuestras condiciones y posibilidades, nos comprometemos con el aporte que nos corresponde y nos olvidamos de rencillas politiqueras, seguro que logramos el objetivo que nos proponemos por el ATLANTICO que todos queremos. “PORQUE UNIDOS TODO SE PUEDE LOGRAR”. Amén.
GEMA.
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